martes, 23 de septiembre de 2014

Llega el otoño... ¿y ahora qué?

Sin darnos cuenta casi ha llegado el otoño... Muchos de nosotros estamos recogiendo los últimos tomates, algún que otro pepino, los últimos pimientos... El calor es menor y los últimos frutos de nuestro huerto urbano en Algete no acaban de madurar... Y ahora que vien el frio ¿qué plantamos? Os proponemos que en vuestro huerto planteis ahora plantas que resistan el clima frío y la humedad. Las mejores hortalizas para sembrar en estas fechas son:

Cebolla: Es un cultivo fácil, la única labor, pero fundamental, es la eliminación de la espiga floral en cuanto aparezca. Los plantones se entierran con unos 15 centímetros de separación y se pueden recolectar los bulbos tiernos a los 2 meses y los gordos a los 3 o 4 meses. La cebolla es la vecina ideal de la zanahoria ya que alejará las moscas de la zanahoria.

Zanahoria: La zanahoria tiene dos años de  vida. Durante el primer año se forma y va cogiendo fuerzas y desarrollándose para poder dar flor y semillas en el segundo año. Es en el primer año cuando se debe consumir en cualquier momento, en formato pequeño o esperar a que crezcan, ya que en todas sus etapas está muy rica. Crece bien en temperaturas suaves y aguanta heladas ligeras. Siempre deben ser sembradas, no toleran el trasplante. Tras la siembra, a  8 centímetros de separación, hay que eliminar las plántulas que veamos más débiles. Aproximadamente noventa días después de la siembra se pueden recolectar.

Coliflor: La coliflor es un vegetal de estaciones frías pero es más delicada que otras de la misma familia, como las coles o las berzas. La luz del sol directa a la flor hace que se decoloren las hojas e incluso amarga su sabor, así que es recomendable taparla con sus propias hojas. Aguanta bien una temperatura ambiente de entre 5 a 25 grados. Hay que nutrir la tierra con una dosis de abono líquido una vez a la semana y regarlas bien (atención, no encharcarlas), entre  8 y 14 riegos semanales en su etapa de crecimiento. Un truco casero para espantar a las babosas y caracoles es esparcir cenizas de leña alrededor. Los caracoles y babosas son plagas que acaban con un huerto rápidamente, así que hay que prestar atención a su aparición.

Acelgas: A la acelga le gustan los lugares soleados en jardines o terrazas, pero también puede tolerar, sin verse afectada, algo de sombra. Lo ideal es darle buena cantidad de agua en cada riego un par de veces por semana. La acelga es una planta que no necesita de muchos cuidados. Es muy resistente contra plagas y enfermedades. Eso si, es bastante invasiva, necesita su espacio y sus raíces rápidamente lo ocuparán todo.

Puerro: Los puerros se siembran a principios de la primavera en semilleros. Cuando miden 10 cm de alto se trasplantan al huerto. Necesitamos un plantador largo para hacer hoyos de 20cm de profundidad y se plantarán con una separación de 15 cm entre ellos y en filas bastante separadas para poder maniobrar entre ellas. Se echa un poco de agua en cada hoyo y se va sembrando cada puerro en el barro con las raíces hacia abajo. Son muy fanáticos del astro rey. Pero necesitan crecer en lugares que tengan sombra en algún momento del día. De vez en cuando, deberemos remover la tierra bajo el tallo mientras crecen para blanquearlos. Algunos hortelanos tienen la costumbre de  recortar unos centímetros de los vértices de las plantas reduciendo también las raíces a la mitad de cuando los plantan.

Berenjena: El sol es necesario para su crecimiento. De 10 a 12 horas diarias para que estén contentas y no exponerse nunca a las heladas, la temperatura mínima es de 10º. Soporta temperaturas elevadas pero la tierra debe estar siempre húmeda. La berenjena es de las que requiere un poquito de trabajo. Al alcanzar los 60 cm de altura hay que usar guías para que se separen del suelo y no tengan problemas de humedad, esto ayuda también a que la planta se airee mejor. También es importante quitar las hojas interiores y las bajas para que tengan mejor iluminación y ventilación.

Espinacas: Septiembre es el mes de la siembra de la espinaca por excelencia, para la cosecha de invierno. Se siembran grupitos de 3 o 4 semillas a unos veinte centímetros de distancia. A la planta de espinaca no le gusta el calor. Demasiado calor la hace florecer prematuramente y la vuelve amarga.
Se suelen sembrar varias partidas de espinacas con desfases de un par de semanas, así tendremos espinacas constantemente. Cuarenta días después de la siembra, se puede recoger la cosecha de forma progresiva, cortando primero las hojas más grandes.

Patatas: La patata es una planta preciosa con flores similares a las del jazmín. Se puede sembrar cuando la temperatura del suelo haya alcanzado por lo menos 7-8°C. La planta de la patata recién sembrada no tolera heladas. Es importante plantarlas a bastante profundidad.

¿Os animáis con el huerto de otoño?