En los ultimos días han aparecido unos nuevos vecinos en muchos de los huertos hurbanos de Algete: los pulgones. Los
pulgones
son unos insectos homópteros que chupan la savia de nuestras plantas. Aparecen en
grandes cantidades y es habitual que detrás de ellos vengan las
hormigas, ya que
éstas se alimentan de la sustancia azucarada (llamada melaza) que segregan
aquéllos y éstos a cambio son protegidos de sus depredadores.
Los pulgones que hemos visto en nuestros huertos son pequeños, de no más de pocos milímetros, y su morfología es
variada, siendo normalmente redondeados u ovalados. Los hay de varios
colores, verdes, amarillos, rojos, negros... Pueden tener alas o no,
dependiendo de la especie, y presentan dos generaciones: una de hembras
partenogénicas (se reproducen sin la necesidad de ser fecundadas por
machos) que se dedican a aumentar la población hasta el fin del periodo
favorable y una segunda generación mixta de machos y hembras.
Los pulgones, al igual que la mayoría de insectos chupadores, están en el envés de las hojas donde se localizan los estomas,
microcavidades donde la pared celular es muy fina para facilitar el
intercambio de oxigeno y dioxido de carbono- Gracias a esta delgadez les es muy fácil atacar a
la planta desde allí. El haz en cambio es totalmente impermeable y por
tanto inaccesible para el pulgón. Por tanto para vigilar la posible
presencia de pulgón en nuestro huerto urbano tenemos que mirar en el envés de
las hojas si queremos prevenir y poder coger cualquier invasión a
tiempo.
El pulgón chupa y se alimenta de la savia de las plantas robándole
agua y nutrientes pudiendo llegar a debilitarlas enormemente. Pero no es
este el principal agravio causado: el principal problema provocado
tiene su origen en la melaza que segregan los pulgones para sobornar a
las hormigas, y es que éste es caldo de cultivo de multitud de hongos y
bacterias que pueden meter en serios problemas o incluso matar a nuestra
planta y arruinar nuestro huerto
Si aparece pulgón en exceso es el momento de preguntarnos qué estamos
haciendo mal. Probablemente, dada nuestra falta de experiencia, nos estaremos equivocando en alguna
práctica, ya sea riego en exceso o déficit, exceso de abonado líquido, temporada inadecuada (los huertos se han entregado tarde y se ha empezado tarde a plantar), falta de sol o quizá exceso, baja
biodiversidad en nuestro huertos con falta de especies que complementen a otra, etc. El caso es
que el pulgón es un síntoma de debilidad de la planta causada por
cualquiera de estos motivos. Así que el primer paso será identificar
para luego corregir la mala práctica.
La prevención contra una plaga se basa en hacer las cosas bien: un
riego adecuado a la planta y al clima que tenemos en Algete, un abonado orgánico sólido de
liberación lenta (estamos viendo vecinos que están abrasando literalmente las plantas por un exceso de abono), ceñirse a los calendarios de siembra recomendados (dentro del comentado plantado tardio que hemos hecho),
orientar correctamente nuestro huerto para obtener las horas de sol
necesarias y sobretodo elevar lo máximo posible la biodiversidad,
plantando el mayor número de plantas posibles y atendiendo a
compatibilidades entre ellas, lo que fortalecerá mucho la resistencia de
nuestro huerto a todo tipo de plagas y enfermedades, posibilitando la
vida también de mayor variedad de bichos e insectos beneficiosos.
También es importante la vigilancia, cuanto más asiduamente
observemos el estado de salud de nuestras plantas (con el simple ejercicio de mirar periodicamente el envés de
las hojas y su vigorosidad) menor será el riesgo de padecer cualquier
plaga y más efectiva será la retirada manual.
Recuerda que el objetivo no es
“eliminar” al pulgón, sino
evitar que nuestro huerto sufra demasiados daños sin colmarlo de
insecticidas ni productos químicos agresivos (y que además no se pueden utilizar según las
bases de los huertos urbanos de Algete). Un poco de pulgón no hace
daño y mantendrá las poblaciones de
mariquitas y
crisopas que regularán su población.
Como solución casera funciona muy bien el ajo, machacándolo y
diluyéndolo en agua se aplica en toda la planta, siendo una buena
defensa contra todo tipo de insectos y hongos. Podemos meter la
disolución preparada en un pulverizador para una cómoda aplicación. Los remedios con ajo se debe aplicar en la salida o puesta de sol, ya
que el compuesto se degrada con la temperatura y la luz solar. Os dejamos un video, de los muchos que circulan por internet, con un ejemplo de preparación.