
Veamos: ¿por qué los pimientos no crecen? ¡Parecen de plástico! Y, los tomates ¿por qué no han echado ya flor, y en otras parcelas sí? ¡Si plantamos a la vez! ¿Y el riego por goteo? Algo hemos hecho mal, la gota va horadando la tierra junto a la planta hasta abrir grietas que no le hacen favor a las raíces. ¿Y por qué la judías y los pepinos crecen escuálidos? Son apenas unos chiquillos y ya parecen ajados por el tiempo. Y luego están nuestros amigos los bichos, las hormigas, escarabajos y otros insectos todavía desconocidos. Cada vez que nos sale una fresa, zas, se la zampan. Ay, nuestras plantas... ¿Lo estamos haciendo bien? No sé, no sé.

Nosotros seguimos cual padres preocupados por sus criaturas. Y sobre todo con ganas de superar esta etapa tan difícil y poder ver prosperar nuestras plantas y sus frutos. ¡Todo consejo será bienvenido!
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