domingo, 8 de junio de 2014

Pánico en el huerto, plantas preadolescentes a la vista.

Esto de ser primerizos como en el caso, por ejemplo, de los de la parcela 22, es lo que tiene. Que a la primera de cambio, nos entra el miedo, el pánico, y hasta la frustración y... algún conato de ganas de abandonar, si me apuras.Y es que estos momentos que estamos viviendo en nuestro huerto, quizás sean los más difíciles. Es como la adolescencia... ¡qué etapa más complicada!


Veamos: ¿por qué los pimientos no crecen? ¡Parecen de plástico! Y, los tomates ¿por qué no han echado ya flor, y en otras parcelas sí? ¡Si plantamos a la vez! ¿Y el riego por goteo? Algo hemos hecho mal, la gota va horadando la tierra junto a la planta hasta abrir grietas que no le hacen favor a las raíces. ¿Y por qué la judías y los pepinos crecen escuálidos? Son apenas unos chiquillos y ya parecen ajados por el tiempo. Y luego están nuestros amigos los bichos, las hormigas, escarabajos y otros insectos todavía desconocidos. Cada vez que nos sale una fresa, zas, se la zampan. Ay, nuestras plantas... ¿Lo estamos haciendo bien? No sé, no sé.

Algunos vecinos hortelanos nos tranquilizan: "Ya crecerán, dales tiempo". Ojalá sea cuestión de tiempo, pero quizás también sea cuestión de mejores cuidados.
Nosotros seguimos cual padres preocupados por sus criaturas. Y sobre todo con ganas de superar esta etapa tan difícil y poder ver prosperar nuestras plantas y sus frutos. ¡Todo consejo será bienvenido!




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